Los huesos y articulaciones son fundamentales en el desarrollo de nuestra vida diaria. Gracias a ellos podemos lograr la movilidad y el desplazamiento de un lugar a otro, lo cual nos permite realizar todas nuestras actividades sin necesidad de ayuda de otros. Generalmente estas partes se inflaman y producen un severo dolor.
Cuando estas inflamaciones son constantes se presentan problemas graves como artritis, reumatismo e incluso osteoporosis. Todas estas enfermedades suelen ser sumamente dolorosas y hacen que el paciente deje de realizar actividades cotidianas. Hasta ahora se creía que no había una cura definitiva, sin embargo se ha descubierto un tratamiento milagroso.
Ernst Günte autor del libro “Vivir sin enfermedad” publicó un poderoso tratamiento para la cura de estas enfermedades. Lo novedoso de esta cura es que es capaz de sanar estas enfermedades sin necesidad de someterse a tratamientos médicos y fisioterapéuticos dolorosos. Además no tiene ningún efecto secundario ya que es totalmente natural.
Adiós a las enfermedades óseas con este milagroso tratamiento natural
Estos problemas en huesos y articulaciones afectan principalmente las rodillas, los codos, piernas y manos. Pero con esto no sufrirás más. ¡Anímate a probar este remedio natural!
Ingredientes:
- 1 papa
- 1 cebolla
- 1 cucharada de linaza
Procedimiento de preparación:
Cocina la linaza en 2 o 3 onzas de agua durante unos 10 minutos. Luego, lava la papa y la cebolla muy bien. Es importante que la papa tenga cáscara pero la cebolla no de tener cáscara. Al enfriarse el preparado de linaza, agrégale la papa y la cebolla. Mezcla todo muy bien hasta crear una mezcla bien homogénea. Escurre luego el exceso de líquido y listo.
Modo de uso:
Coloca esta mezcla en un calcetín o un guante, pon este preparado en las zonas más adoloridas y así puedes sentir la mejoría. Es ideal que coloques el calcetín o el guante dentro de una bolsa para evitar que el contenido se salga y se pierda.
Para tratar zonas como la cadera o espalda deberás aplicar esta mezcla con una gasa y déjala actuar durante toda la noche, para en la mañana enjuagar la zona con jabón y agua fría.
Realiza este tratamiento cada día hasta que los síntomas y los dolores hayan desaparecido.
Fuente: MedicinaNatural.com
